Esta imagen publicitaria pretende
promocionar una marca de calzoncillos conocida como “Steven Klen”.
La imagen, con una proporción
natural, se sitúa en una posición horizontal, en la que los protagonistas son
una serie de presos dispuestos en una sola fila aguardando a que el policía les
examine.
La luz incide de forma natural directamente
sobre el cuerpo de los hombres de manera frontal, resaltando el torso así como el
producto que se pretende anunciar. El
color blanco, a pesar de que no es necesariamente el que predomina en la
imagen, es el más llamativo. Al mismo tiempo, se trata de un ángulo medio y un
plano general, cuya composición es de carácter central.
Respecto al fondo psicológico de
la imagen, lo primero que llama la atención a los ojos-como buena imagen
publicitaria debe resaltar- es el producto a anunciar. Este resultado se ve
influido por otros factores: en primer lugar, se percibe un claro componente
sexual en la imagen ya que estimula la atención del recptor, además de que la
angulación está tomada de tal forma que dicho producto está a la altura de la
cámara y, con ello, prácticamente a la de nuestros ojos. Otro detalle
importante es el color blanco, que
transmite impresiones de pureza e inocencia, lo cual contrasta con la idea de
“preso” y que, además, se trata de los “presos de guantánamo”, a quienes
representan un modelo de hombre que no encaja con el prototipo de éstos; sin
embargo, esto solo añade más espectación a la imagen.
En definitiva, la
publicidad es un medio expresivo que pretende llamar la atención sobre algo.
Para ello es creativa y exagerada, además de hipócrita en su mayoría, pero son
carácteristicas propias de este arte y de las que los receptores somos
conscientes. Así, observo y acepto la publicidad como algo que hoy en día está
presente en todo lo que nos rodea, que crece a medida que se desarrolla y, a
pesar de que admiro la capacidad que tiene para absorvernos y convencernos,
creo que debe marcarse unos límites.
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